
Tras años de espectáculos y condiciones nada
favorables para una orca (pues lo mejor es que vivan libres y no en
cautividad), el cine entra en la vida de la orca. Gente de la Warner
Bros la observa y la convierte en la protagonista de la película
"Liberad a Willy" (1992). La película muestra la historia de una orca
encerrada en un parque de atracciones que finalmente reencuentra la
libertad gracias a la ayuda de un niño. La historia se parece un poco a
la de Keiko, excepto en el final, porque desgraciadamente al final del
rodaje Keiko no regresó a su medio natural, el océano.
Aunque un año después, en 1993, los media divulgan al
público la verdadera situación de Keiko. El público, emocionado, se
moviliza para financiar su rehabilitación con el fin de que la película
no sea sólo una historia, sino una realidad. En 1994 el "Earth Island
Institut ", asociación de defensa de los mamíferos marinos, se encarga
de encontrarle un nuevo hogar para Keiko. Un gran estanque le es
construido cerca del acuario de Oregón, desde el que tiene acceso total
al agua del mar.
El 7 de enero de 1996 es un día importante para
Keiko, ya que después de 17 años de cautividad en un estanque clorado
de agua, la orca es trasladada a un nuevo medio en agua de mar natural.
Pero durante sus últimos años en cautividad, Keiko se había debilitado
y había contraído una enfermedad de la piel, por lo que primero debe
recuperar su salud. El nuevo estanque recrea lo más estrictamente
posible las condiciones naturales: una simulación de las corrientes,
con un fondo diversificado. Así, Keiko regresará progresivamente a la
fauna y la flora marina.
A principios de 1997 la salud de Keiko está bien y su
enfermedad ha desaparecido. Sus entrenadores le reenseñan a nadar en
un espacio más grande y más profundo. Su aleta caudal acostumbradad a
girar constantemente, se reincorpora. También reaprende a alimentarse
de peces vivos que debe detectar y atrapar ella misma.
En 1999 Keiko reaprende lo que es la vida en mar
abierto y libertad, aunque bajo la atenta mirada de sus entrenadores y
otros científicos. Y es que la orca debe ser capaz de renovar el
contacto con otras orcas antes de abandonar definitivamente su estanque
y la compañía de los hombres. Y es que al principio Keiko es muy
dependiente del hombre y prefiere ser alimentada de su mano, antes que
cazar ella misma sus presas Además, interactúa muy poco con otras orcas
salvajes que pasan cerca de la bahía.
En el 2002, aunque Keiko consigue nadar con algunos
de sus congéneres, siempre vuelve a su estanque a la caída de la tarde.
Aunque la asociación sigue buscando a la familia de Keiko y
continuarán hasta que la orca se reencuentre con los suyos.
Desgraciadamente, el 12 de diciembre de 2003, Keiko es encontrado
muerto en Noruega, donde pasó estos últimos años. Sus entrenadores
creen que falleció por una neumonía aguda.
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